sábado, 26 de octubre de 2013

Octubreando

Hola de nuevo!
Este blog casi parece una menstruación: de mes en mes.

Llevar un blog al día no es fácil. Además de encontrar cosas interesantes que decir, es estar en el humor adecuado, con un móvil u ordenador y buena conexión a internet (para las fotos). Y tiempo. No es que hagan falta horas, pero la verdad es que mi trabajo es muy esclavo. Evito hablar de mi trabajo porque firmé una cláusla de confidencialidad, y además no queda muy definido lo que es mi vida separada de la de mi jefe. Mis ratos libres tienen que coincidir con sus momentos de trabajo, mis días libres nunca los sé con antelación, por la noche, la luz se apaga para ambos, no puedo quedarme más rato... con lo que es complicado.

Ahora mismo estoy en un impás en el que no sé si seguiré trabajando para él o no. Podría, él quiere. Pero absorve toda mi energía, no cabe nada más en mi vida. Así que desde las vacaciones estoy en una pelea conmigo misma. La próxima semana se resolverá el dilema. Mientras tanto, he vuelto a morderme las uñas, a comer glotonamente, a dejar de comer, a no dormir, a estar cansada, a no escribir en el blog... y he vuelto a las manualidades.

Hace años, cuando estaba en Barcelona, mi hermana Anabel me dió una maleta que estaba un poco machacada y no le servía. A mí me sirvió para varios viajes e incluso un par de mudanzas. La última fue de Liss Forest a Liss. La llevaba en el portabultos de la bicicleta, para no tener que cargar a mano con el peso. Al tercer viaje, se rindió. Así que como tributo, la estoy convirtiendo en un macetero colgante para especias frescas. O eso espero! Y estoy muy contenta de descubrir que de una maleta puedo conseguir alambre fuerte, cremalleras largas, tela de loneta, un embellecedor de piel y alguna cosilla más, porque todavía no he terminado. Fotos próximamente.

Me despido por ahora. Sigo viva, estoy bien, al pie del cañón, y volviendo a usar las manos, alicates y pegamento. Un beso!

P.D. Por qué mi maleta huele a pies?